Tras reconocer que es preocupante la ola suicida con la que ha arrancado el 2023 y más que los actores de esos trágicos sucesos sean personas con toda una vida por delante, el coordinador de Salud Mental y Adicciones, Héctor Grijalva Tamayo, hizo un llamado a las familias a involucrarse más en la prevención de esos episodios.
Calificó de muy lamentable y una auténtica llamada de atención a la sociedad en su conjunto el hecho de que sumen 11 suicidios y al menos dos o tres eventos de ese tipo en mujeres adolescentes y jóvenes, lo que habla en cierta medida de la frustración y de otra serie de factores que están pegando en el comportamiento de las personas.
Nuevamente el drama del suicidio toca a las sensibles y tiernas almas de los adolescentes, señaló el especialista en referencia a la muerte de la joven que se lanzó al vacío desde uno de los pisos de un hotel del norte de la ciudad, pero también de los suicidios que ocurrieron en los primeros días de enero en adolescentes.
“Ya hemos investigado mucho al respecto, incluso la Dirección de Salud Mental ha participado en investigaciones a nivel nacional para conocer las causas de la depresión, la ansiedad y su más grave culminación que es el suicidio. Ya sabemos cuál es la causa, es la disarmonía familiar. Por definición el adolescente es una promesa de vida, tiene todo por delante”, explicó.
Los jóvenes, añadió, suelen ser sanos, entusiastas, divertidos, animosos y sobre todo muy esperanzados en el futuro, por lo que nos podemos preguntar, entonces, ¿qué ocurre para que tomen la fatal decisión?, la respuesta puede ser precisamente que esos anhelos e ilusiones de una vida mejor los ven frustrados a temprana edad por el mal ambiente familiar.
Sostuvo que para nadie es desconocido que si un adolescente decide salirse de la vida, es que la existencia que ha estado viviendo desde niño ha sido infame. Los muchachos abandonados, exigidos, castigados, maltratados, ofendidos, despreciados y sobre todo sin amor, son quienes deciden tomar la incorregible opción.
Frente a este entorno y lo que puede verse como una solución, es que se requiere que las familias, los grupos sociales y las dependencias de los gobiernos de los tres niveles tomen acciones decisivas.
“No es suficiente promover el deporte y las actividades artísticas, sino que se requiere fortalecer de manera sólida las Unidades de Salud Mental en todos los municipios, con psicoterapeutas especialistas en terapia familiar y en adolescentes; ese es el camino”, concluyó.