Aguascalientes ocupa la tercera posición nacional en cuanto a la incidencia de cáncer de mama, con una tasa de 66.64 por cada 100 mil mujeres, sin embargo la edad en que se desarrolla ese tipo de padecimiento disminuyó, pues de acuerdo con el INEGI, el uno por ciento de quienes fallecen por este tipo de cáncer son jóvenes de 15 a 29 años de edad.
El 13 por ciento está en el rango de los 30 a 44 años y más de la tercera parte, es decir el 38 por ciento, está entre los 45 a 59 años; sin embargo la mayoría, el 48 por ciento, muere después de los 59 años.
En la actualidad se observa en consulta cada vez más este tumor maligno en mujeres jóvenes que no han tenido hijos, en el rango de 20 a 25 años de edad.
Desgraciadamente para ellas el pronóstico es peor que en la adulta de 50 o 60 años en adelante porque el tejido mamario está creciendo más rápidamente y puede modificarse y tener mutaciones.
La distribución por Entidad federativa de nuevos casos en mujeres de 20 años o más muestra que Aguascalientes ocupa la tercera posición nacional, mientras que la tasa más elevada, según consta en las estadísticas del INEGI, corresponde a Morelos con 151.94 por cada 100 mil mujeres, en Colima es de 139.62, y luego aparece Aguascalientes con la tercera tasa más elevada.
A las jóvenes se les recomienda realizarse un ultrasonido, el cual puede indicar si se requiere la mastografía e identificar lesiones en etapas tempranas.
Si el nódulo se encuentra focalizado en la mama se tiene del 90 al 95 por ciento de posibilidades de controlar el cáncer, pues en esta enfermedad no se habla de curación sino de control, por lo que debe haber seguimiento toda la vida porque no se sabe en qué momento puede resurgir, y mientras más temprano se detecte la recurrencia será más fácil controlarla y evitar la metástasis en un órgano vital.
A propósito del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora el 19 de octubre, especialistas de la Facultad de Medicina de la UNAM y del Instituto Nacional de Cancerología recuerdan que las formas de lograr la detección temprana son la autoexploración y la mastografía.
Sin embargo, en México el cáncer de mama ocupa el primer lugar entre las neoplasias y se ubica en el tercer puesto de las causas de muerte.
La mortalidad es muy alta porque las pacientes acuden tardíamente a consulta médica, sobre todo a las instituciones de salud.
Al médico privado llegan las que tienen el recurso, el cuidado y la educación para hacerse la mastografía anualmente después de los 40 años, que es lo recomendable, pero son la minoría.