La Basílica de Santa María la Mayor en Roma se convirtió en el epicentro de la devoción católica, al recibir a más de 110 cardenales y a decenas de miles de fieles que rindieron homenaje al Papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años. La ceremonia, presidida por el cardenal Rolandas Makrickas, incluyó la celebración de las Segundas Vísperas y cantos gregorianos, en un ambiente de profundo recogimiento.
Desde tempranas horas, más de 20 mil personas formaron largas filas para visitar la tumba del Pontífice, ubicada entre las capillas Paulina y Sforza de la basílica. La lápida, sencilla y de mármol de Liguria, lleva la inscripción «Franciscus» y una rosa blanca como único adorno.

Entre los asistentes destacó Carmela Mancuso, conocida como «la señora de las flores amarillas», quien, entre lágrimas, depositó un ramo de flores amarillas en honor al Papa. Francisco le había dedicado unas palabras el 23 de marzo, día en que fue dado de alta del Hospital Gemelli.
Este acto de homenaje se enmarca en los «novendiales», nueve días de misas en memoria del Papa, y precede al cónclave que elegirá a su sucesor. Se espera que los cardenales definan la fecha del cónclave en los próximos días.