Ante el desértico panorama que vive el sector de la construcción por el raquítico presupuesto de la Federación destinado a la obra pública, empresarios del ramo le apostarán a la inversión privada, pues no les queda de otra.
Ángel Palacios Salas, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), manifestó que las empresas locales buscarán proyectos alternativos para trabajarle al sector privado e incluso habrá quienes busquen hacer alianza con otras locales o nacionales para juntar el capital y construir, pues no tienen otra alternativa más que seguir y el panorama para muchas empresas sigue siendo muy complicado, reiteró.
En ese sentido, manifestó que el sector enfrenta un gran reto, pues muchas de las empresas de la construcción que siempre habían estado enfocadas a la obra pública ahora son las más afectadas, son cantidades considerables que se han dejado de recibir y por otra parte están las afectaciones de la pandemia, por lo que si el año anterior ya era complicado, ahora se agudiza aún más.
El empresario reconoció que seguramente habrá empresas que aún tienen solvencia y cuentan con capital de trabajo, por lo tanto, para sortear estos años de manera independiente podrán construir en menor escala algunos departamentos, casas habitación, y seguramente tendrán que hacerlo, pues no existen más alternativas, y de la misma manera quienes no tienen recursos estarán buscando alianzas, pues se necesita trabajar.
Palacios Salas mencionó que desde el organismo se ha solicitado a los funcionarios actuales que están al frente de la obra pública que se le dé mayor realce a las obras pequeñas, ya que al contratar obras grandes y emblemáticas se le da prioridad a las empresas locales económicamente más fuertes, y la realidad es que el sector de la construcción cuenta con cerca del 85% con micros y pequeñas empresas. Por lo tanto, la petición es que este tipo de obras se pulvericen, es decir que se hagan contratos o licitaciones de obras pequeñas en las que se beneficie mayor cantidad de empresas, en lugar de hacer una obra grande o dos, se pueden hacer 20 de menor monto y con ellos se logra una mayor penetración a la sociedad, pues al generar estas posibilidades, las constructoras buscarán reactivar el empleo, el comercio y la economía.