En una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral Basílica, de donde fuera rector hasta el día de su muerte, sacerdotes, familiares, amigos y feligresía en general, dieron el último adiós al padre Jesús María González Martín del Campo. Juan Espinoza Jiménez, Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, fue el encargado de celebrar su misa de exequias, lamentando esta gran pérdida para la comunidad católica.
Sostuvo que hace apenas unos días habría tenido comunicación vía telefónica con él, no imaginándose que esa sería la última conversación que sostendrían. Mencionó que “en la última llamada telefónica me expresó con toda sinceridad y esperanza el proceso médico que le tocaría afrontar y jamás me imaginé que aquel diálogo era ya su despedida definitiva para mí”.
Dijo que el padre Chuy, como era conocido por la comunidad católica, estaba haciendo ya planes para la Semana Santa, sin embargo la voluntad de Dios era otra; “hace algunos días me comentaba todo lo que tenía planeado hacer para la próxima Semana Santa y sus propuestas para seguir mejorando nuestro servicio en esta hermosa Catedral”.
De igual manera, Monseñor dio unas palabras de aliento a sus familiares, a sus amigos y al presbiterio que hoy llora por su ausencia, “sin duda que el padre Chuy hoy seguirá acompañándonos desde el cielo, especialmente a su querida familia, a sus amigos, al presbiterio, a su querida Diócesis de Aguascalientes. Estoy convencido de que lo podremos seguir sintiendo cercano y que él nos ayudará como lo ha hecho en su vida física”.
Vale señalar que sus restos descansarán en la Catedral Basílica. Que en paz descanse el padre Chuy.