Desde hace más de 100 años, el 8 de marzo es un día que celebra los derechos conquistados por las mujeres en todos los ámbitos y conmemora la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos. En la actualidad se organizan marchas y manifestaciones en todo el mundo para denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar esta deseada igualdad real entre hombres y mujeres. Pues muchos datos confirman precisamente esto, que en muchos países nacer mujer es un lastre social.
En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin propuso y se aprobó la celebración del «Día de la Mujer Trabajadora», que se comenzó a celebrar al año siguiente. La primera conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Desde entonces se ha extendido a muchos países.
Además, en memoria de las mujeres que fueron asesinadas por los dueños de las fábrica donde trabajaban, la cual fue cerrada e incendiada con todas las trabajadoras adentro. Es importante recordar que ellas estaban exigiendo mejores condiciones de trabajo y derechos laborales.
A pesar de que han pasado 100 años de estos acontecimientos aún no se ha podido erradicar del todo el hecho de que las mujeres tengan una menor percepción salarial a la de los hombres, incluso en todos los niveles, manifestó la ex-senadora de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica de la Peña Gómez.
Destacó que en el año 1975 se llevó la iniciativa por parte de las feministas a las Naciones Unidas para que el 8 de marzo fuera un día de compromiso no solamente de las organizaciones sociales, sino que también de los gobiernos; ante las demandas de las mujeres “ha hecho eco, pero no el suficiente, ni el adecuado y falta mucho por hacer”.
Y en el año de 1995 se planteó una agenda más amplia relacionada con distintas materias que tienen que ver con los derechos humanos de las mujeres, que se incluye la esfera de la niña, por lo que cada 8 de marzo se hace un balance de cómo han invertido los gobiernos y el Estado para garantizar todo el paquete de propuestas.
Apuntó que en Aguascalientes se ha logrado un balance muy importante simplemente por el hecho de que se tiene una gobernadora, solamente dos alcaldesas, una rectora, además un mecanismo de protección a los derechos de las mujeres.
Pero aún existe mucho rezago en el ámbito laboral, que tiene que ver con que las mujeres sobre todo en algunas áreas donde están reconocidos todos sus derechos laborales como en las maquiladoras y trabajadoras domésticas, que son el 98 por ciento.
Otra situación a la que las mujeres se han tenido que enfrentar es el de los cuidados de los hijos, de adultos mayores y gente enferma, lo cual fue una discusión por muchos años, para que finalmente se lograra una iniciativa de ley que se aprueba en la Cámara de Diputados, la cual se envía al Senado de la República para la aprobación, pero que actualmente se encuentra congelada la creación del sistema de cuidado.
El tener hijos desafortunadamente les va copando la oportunidad laboral, y además el hecho de que no tengan descendientes debe de comprometerse a no embarazarse durante el trabajo, “todavía en pleno siglo XXI seguimos padeciendo ese tipo de discriminaciones contra las mujeres simplemente por serlo”, dijo De la Peña Gómez.
Las mujeres todavía ven normal ciertas situaciones desconociendo que están siendo violentadas, porque es lo que vieron en su núcleo familiar, “antes ellas tenían que estar en su casa, cuidando a la familia, cuidando a la prole y amamantando, estar embarazada, a la crianza de los hijos y la atención al hombre”, expresó.
Por lo anterior, la ex-senadora señaló que las marchas del 8 de marzo se han estado efectuando de una manera adecuada, “quitémonos los prejuicios, se tiene que hablar del trasfondo del día en todo el mundo”.
Recordó que hace unos años la consigna de las marchas en Estados Unidos fue el apoyo de las actrices de “Me Too” y evidenciar lo que estaba sucediendo en la industria cinematográfica y en este año el tema es el de las emprendedoras para apoyarlas económicamente desde el Estado.
“¿Por qué las mujeres tienen que marchar como si fuera un día de fiesta cuando asesinan a 12 mujeres al día, cuando se tienen a dos tercios padecen violencia?, ¿por qué van a marcha con una flor en la mano cuando en las mismas instancias gubernamentales existe el acoso?”, manifestó.
EL IMPACTO DEL MOVIMIENTO DEL 8M
“Toda manifestación social refleja el tipo de régimen político y la intolerancia social”, fue lo que manifestó el sociólogo Édgar Guerra Blanco con respecto a las marchas feministas del 8 de marzo.
Cuando se tiene una manifestación que recurre a ciertas estrategias de protesta en la sociología de los movimientos sociales existen las manifestaciones convencionales, disruptivas (la del 8 de marzo) o violentas, pero explicó que cualquiera de las tres son legítimas.
Las manifestaciones se deben a que no existen cambios institucionales, en las leyes y principalmente en las prácticas sociales, “violencia que ejercemos los hombres en cualquier ámbito de la sociedad, con la pareja, en la casa o en el trabajo”, manifestó.
Todas las personas están en su derecho de manifestar sus posiciones acerca de las marchas feministas, pero son posiciones que no van a la raíz del problema, porque no están poniendo el foco en donde deberían ponerlo, “no debe ser en el monumento, ni la protesta, ya que la discusión es la desigualdad social, los feminicidios y la poca capacidad que tenemos como sociedad de reflexionar acerca del tema”.
Las posiciones del daño que sufren los monumentos y edificios son intolerantes, machistas (es una manera de ser y de ver el mundo), por lo que indicó que los movimientos de colectivos y organizaciones sociales plantearon una reflexión colectiva muy importante, en primer lugar visibilizar el tema de la violencia de género no solamente como física, sino que a una desigualdad.
Existen muchos comentarios a favor y en contra del lenguaje inclusivo, se planteó una discusión colectiva y la importancia de utilizar las palabras y de cómo estas definen realidades sociales.
Sin embargo, por todo lo anterior el especialista señaló que a pesar de los avances obtenido en términos de violencia y desigualdades no ha recobrado fuerza el movimiento, así como la reflexión y la denuncia, más bien se han reposicionado fuerzas retrógradas o conservadoras.
Guerra Blanco señaló que es importante hacer una reflexión de dónde se encuentra hasta el momento el avance de los derechos para las mujeres; “para la conmemoración que se aproxima, mi evaluación sería que no estamos en mejor lugar y más bien se ha visto un retroceso en el tema”.
Finalmente consideró que a los hombres no les corresponde hablar acerca de la violencia de género o del feminismo, sino que más bien de las violencias que ejercen porque se ha crecido en un sistema patriarcal en donde ciertas situaciones se normalizan.