Aguascalientes.- Es limitada la capacidad que se tiene en Aguascalientes para la cremación de los cadáveres de las muertes por Covid-19 y neumonías, lo que a decir de las autoridades de salud podría llevar a la posibilidad de que en los panteones se puedan abrir fosas comunes para evitar riesgos sanitarios a la población, en caso de que se llegaran a desbordar los decesos en lo más álgido de la contingencia.
En la Entidad se enfrenta el problema de la poca capacidad que hay en los tres o cuatro hornos crematorios con los que se cuenta, lo que apenas permitiría realizar la incineración al día de no más de una docena de cuerpos.
Ante ello, autoridades sanitarias y directivos de agencias funerarias reconocieron que en la Entidad se enfrentaría un problema muy delicado en caso de que hubiera muertes en cascada a consecuencia de la epidemia de coronavirus, en virtud de que es limitada la capacidad que existe para las cremaciones.
Se explicó que, en este supuesto, forzosamente se tendría que dar paso, como segunda opción, a la sepultura normal de los cadáveres e incluso, en caso de que la situación lo requiriera por el número de muertes y por no haber espacios en los panteones, a depositar en fosas comunes los mismos cuerpos de las víctimas mortales del Covid-19 y las neumonías –atípicas, normales, bronconeumonías y demás muertes relacionadas con los pulmones-, al no haber otra alternativa para deshacerse a la brevedad de los cadáveres.
“Como están las cosas y como se pudieran poner en base a las proyecciones de la epidemia, ahorita todo es posible en cuanto a las medidas y decisiones que se tendrían que tomar, partiendo de la base de que los panteones están saturados y que es poca la capacidad que se tiene para la cremación de cuerpos”, mencionó un funcionario del ISSEA.
Son a lo mucho de cuatro a cinco los hornos crematorios que operan las funerarias y la capacidad que se tiene entre todos alcanzaría para realizar a lo mucho la incineración de no más de una docena de cuerpos por día, toda vez que este tipo de procedimientos lleva varias horas desde el momento en que se prepara el cadáver y se mete al horno y de que se procede a la cremación y hasta la entrega de los restos a los deudos.
“Incinerar un cuerpo humano lleva su tiempo, porque no únicamente se trata de meter los restos al horno crematorio y ya, sino que previamente debe hacerse la preparación del cadáver y del horno mismo, que debe estar a determinada temperatura para que el proceso se realice por tanto tiempo, y luego todavía se lleva un tiempo prolongado en el enfriamiento de los restos, por lo que en caso de que haya muertes en cascada, se tendría que buscar otras opciones para la disposición final y segura de los restos”, mencionó el empleado de una agencia fúnebre especializada en la incineración de cuerpos.