Mientras que no exista una certeza de que La Pona está fuera de peligro y que sea efectivo el anuncio que hizo la gobernadora Tere Jiménez, de que dicho predio será comprado por el Estado, los activistas señalaron que no levantarán su campamento.
La representante del Colectivo Salvemos La Pona, Sofía Ponce, agradeció a la sociedad en general, que aún sin importar el contexto de fiesta y vacaciones en Aguascalientes, han mostrado su apoyo a la causa para la protección de 31.4 hectáreas de la mezquitera.

Incluso, la activista señaló que la misma ciudadanía se ha acercado a la zona del campamento para llevarles víveres y otros insumos para su permanencia en el lugar.
En el recuento apuntó que desde el 2018 se comenzó con la lucha legal para impedir la urbanización y construcción de dos terceras partes de La Pona, “a raíz del desmonte de 30 huizaches que realizó la inmobiliaria Próxima, nosotros entramos a detener la maquinaria pesada”.
Dicho lo anterior, dio a conocer que como parte de la resistencia de los ambientalistas se han realizado actividades culturales como baile, parkour y yoga como parte de la defensa en sitio se realiza recolección de firmas ciudadanas, divulgación y una asamblea participativa que derivó en comisiones ciudadanas para su defensa.

En el trascurso de seis días, el colectivo ha sido acompañado por la sociedad civil de Aguascalientes e incluso de otros estados.
Sofía Ponce resaltó que la resistencia desde el campamento instalado en La Pona se ha mantenido en pie gracias a las muestras de apoyo por parte de la ciudadanía, que se encuentra preocupada por la preservación de dicha área natural.
Mientras tanto, en las cercas que rodea a La Pona se encuentran colocadas múltiples mantas y pancartas con mensajes de respaldo al movimiento y a la protección de esta área natural, movimiento que sin duda ha cobrado más fuerza entre la sociedad hidrocálida.