Como hace mucho tiempo no se veía, un proyecto gubernamental que está lleno de tropiezos, se mantiene firme ante todo y contra todos; sí, estamos hablando del Tren Maya.
Esta obra insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido todas las trabas habidas y por haber, tantas, que hasta varios jueces han parado las obras.
El problema de fondo, es que se va a afectar la reserva natural en muchos tramos, donde se pretende devastar toda la vegetación con una brutal deforestación, destruyendo manglares y prácticamente todo a su paso, causando un daño irreparable al medio ambiente.
Lo sabemos, el jefe del Ejecutivo no va a ceder y como sea construirá su Tren Maya contra viento y marea, porque para eso es el Presidente, y ya de plano advirtió que si los dueños de los terrenos afectados por la maquinaria pesada no le venden al precio comercial, o sea muy bajo, pues se irá “por la libre”, es decir, un nuevo decretazo para apropiarse de grandes áreas, perjudicando, como ya lo hemos dicho, a la reserva natural, pero también a los intereses de los privados.
Pero este tipo de decisiones no son nuevas, y como mejor ejemplo está el aeropuerto de Santa Lucía, que es cierto, estuvo en tiempo, mas no en forma, porque no ha logrado convencer ni a usuarios, ni incluso a las aerolíneas, por lo que la 4T ya prepara oootro decreto para reducir en un 29 por ciento las operaciones por hora en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), que pasarían del tope actual de 62 vuelos por hora, a un umbral de entre 48 a 50 vuelos, con el objetivo de que las aerolíneas migren al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, o sea, por las buenas, o por las malas.
Retomando el Tren Maya, artistas, músicos, especialistas, ambientalistas y demás personajes han buscado el diálogo con las autoridades, pero éste no se ha concretado por la postura radical del mandatario que ya los plantó una vez, y teniendo en cuenta que AMLO tiene a su favor la diaria exposición en los medios por el solo hecho de ser el presidente y porque todos los días presenta su conferencia mañanera, presentará voces a favor de su proyecto para convencer a los escépticos, aunque esto sea un mero trámite.
Este megaproyecto del Gobierno federal para activar la red nacional ferroviaria y que transportaría pasajeros y carga a través de la Península de Yucatán sería el mejor ejemplo en México y el extranjero, pero ante tanta traba se debería replantear, para que todos los involucrados estén medianamente satisfechos.
Dice un consejo que “ante la duda, abstente”, pero al mandatario es como si le picaran la cresta, por lo que contra viento y marea va a concretar esta megaobra, ya que López Obrador tiene el as bajo la manga para hacerlo, pues recordemos que quiere pasar a la historia como el mejor presidente que ha tenido México, aunque no debería ser a costa de los intereses de la población y el medio ambiente.