Tras 39 días hospitalizado, el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, falleció tras no resistir la enfermedad provocada por el covid-19 de la que se infectó tras asistir a una comida organizada por el gobernado de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval.
La sociedad aguascalentense reaccionó con profunda indignación al darse a conocer la plena confirmación fotográfica de que la referida comida en la que se infectó el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, fue -en efecto- convocada por el jefe del ejecutivo estatal. Las gráficas muestran que ninguno de los comensales -entre ellos también el Cardenal Emérito, Juan Sandoval Íñiguez- portaba cubrebocas y mucho menos guardó la más mínima distancia.
Días después, Monseñor Gonzalo Galván Castillo, Obispo Emérito de la Diócesis de Autlán, quien también asistió a esa comida, falleció por covid-19. Galván Castillo se habría contagiado de coronavirus en la misma comida a la que asistió con el gobernador Martín Orozco y el Obispo José María de la Torre Martín.
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El jerarca católico había sido hospitalizado desde el pasado 5 de noviembre. Cabe recordar que fuentes del Sector Salud revelaron a HIDROCÁLIDO que, según el propio Obispo José María de la Torre Martín al ingresar al Hospital Hidalgo, sostuvo que se contagió de Covid-19 en una comida con el gobernador.
El prelado le contó al personal su sospecha durante la elaboración de su historia clínica, y en ella dejó constancia su sospecha de haber “pescado” el virus en esa comida, pues fue su única salida durante el confinamiento que se autoimpuso.
Dijo además que, poco tiempo después de esa comida, supo que el secretario de Turismo dio positivo a Covid y que detrás de él se presentaron otros contagios, entre ellos el de él.
Su estado de salud estuvo rodeado de polémica desde el principio, pues luego de darse a conocer versiones de que lo habían dado de alta en el servicio de urgencias del hospital privado StarMédica, se dio a conocer que había sido trasladado finalmente al área de terapia intensiva del Hospital Hidalgo, además de que su pronóstico desde el inicio se vio complicado debido a un problema pulmonar (cor pulmonale crónico), insuficiencia cardíaca derecha y neumonía por Covid-19, lo cual agudizó su problema renal, por lo que fue colocado de inmediato en hemodiálisis.
Luego de darse a conocer el fatal desenlace, las campanas de las iglesias de la diócesis de Aguascalientes repicaron a muerto en señal de duelo.
La Diócesis de San Juan de los Lagos también se unió al duelo.
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