Ya es un suplicio para muchas familias hacer la despensa de la casa, pues de una semana a otra los precios de la canasta básica se dispararon por los cielos.
¿No lo cree? Apenas se estaba estabilizando el precio del limón, que durante meses fue incomprable, y ahora resulta que el aguacate subió hasta 150 pesos el kilo, haciendo que saliera de la lista de alimentos que consume la mayoría de la población.
Literal, el aguacate se ha convertido en un artículo de lujo en la mesa del mexicano, como otros muchos productos que por su alto costo dejaron de consumirse en los últimos tiempos.
Apenas acabamos de salir de la temporada cuaresmal en la que se disparan los precios de los alimentos del mar, y cuando se pensaba que todo iba a regresar a la ‘normalidad’, pues nada, pero no son sólo los alimentos, sino prácticamente todo.
¿Qué decir de los combustibles? El gas LP, las gasolinas, pero también la luz, el agua, en fin, todo lo necesario para subsistir.
Ante la imparable escalada de precios, el jefe del Ejecutivo intervino para poner un disfrazado control, y precisamente ayer presentó su plan ‘Paquete contra la Inflación y la Carestía’, cuyo objetivo es que todos los sectores, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a los productos de la canasta básica a precios justos.
Al presentar el ambicioso programa, el Mandatario aseguró que su Gobierno ha logrado mantener un crecimiento sin control de la inflación porque se ha logrado controlar el precio de los combustibles, pero una vez más Andrés Manuel López Obrador tiene otros datos, porque el litro de gasolina Magna, la más común y barata, tiene un costo arriba de los 20 pesos, lo que también la hace un artículo de lujo, pero de primera necesidad para los que tienen vehículo, y los que no también tienen que desembolsar un precio elevado por el pasaje en el transporte urbano.
Para los no conocedores de términos económicos, la inflación, también llamada por algunos especialistas en el tema como el impuesto de los pobres, se da porque tiene una mayor incidencia en los salarios de los trabajadores y la escalada de ésta ocurre cuando la demanda de productos supera a la oferta; cuando suben sin respiro los precios del petróleo, la luz, el gas, los alimentos, hablamos de inflación.
Pero han sido tantas las cosas que el Presidente quiere tener bajo control, que hay voces alarmistas que opinan que este programa podría ocasionar más cosas malas que buenas, y entre ellas destacan el mercado negro de los productos controlados.
Lo cierto es que dejando atrás fórmulas matemáticas, definiciones, proyecciones, metas… las amas de casa, que son las que casi siempre tienen el pulso de los costos de la canasta básica, son las que más se desesperan cuando van a hacer sus compras pues, literal, ya no alcanzan a comprar lo que se supone es básico para subsistir.