En el marco del Jubileo Ordinario Universal, y a 75 años de la declaración del dogma de la Virgen asunta al cielo en cuerpo y alma, miles de aguascalentenses participaron en la Septuagésima Romería de la Asunción, bajo el lema “Con María de la Asunción, Peregrinos de Esperanza”.
Más de dos mil personas formaron parte del recorrido integrado por comparsas, danzas folclóricas, matlachines y carros alegóricos que llenaron de música, color y devoción el Centro Histórico de la ciudad.

El desfile religioso comenzó a las 20:00 horas encabezado por unidades de Seguridad municipal. Como acto solemne de apertura, un sacerdote tocó el cuerno levítico mientras el Obispo Juan Espinoza Jiménez levantaba la Cruz del Jubileo como signo de fe, en el cual inició el recorrido con el rezo del Santo Rosario.
En total, desfilaron 15 carros alegóricos distribuidos en tres bloques temáticos: “La esperanza no defrauda”, “Testigos de esperanza” y “María, Madre de la esperanza”, con representaciones marianas y personajes inspiradores, como el Papa Francisco, San José Sánchez del Río y la Madre Julia Navarrete.
El Bloque I se tituló “La esperanza no defrauda” y trajo consigo los primeros cinco carros alegóricos que llevaron por nombre «Una palabra de esperanza», «Un camino de esperanza», «Signos de esperanza», «Llamamientos a la esperanza» y «Anclados en la esperanza», con carros tan coloridos como alegres.
El Bloque II se llamó “Testigos de esperanza” e incluyó a los carros «Papa Francisco y Papa León XIV: constructores de justicia y esperanza», haciendo alusión a ese cambio de Pontífice tras la muerte del primero y el acogimiento del nuevo sucesor de San Pedro, «Venerable Don José de Jesús López y González: pastor de esperanza después de la Cristiada», «Padre Toño, siervo de Dios: abrazo para los niños sin hogar», un carro elaborado con el esfuerzo de la Ciudad de los niños, fundado por el padre Toño, «Venerable Madre Julia Navarrete: corazón firme, alma encendida… signo de esperanza», y cerrando el bloque «San José Sánchez del Río, mártir: modelo para adolescentes y jóvenes».
El tercer y último bloque: “María, Madre de la esperanza” llevó consigo a los carros llamados «María, transmisora de esperanza», «María, Virgen prudente», «María, testimonio de evangelización», «María, peregrina de esperanza», y finalmente, «Nuestra Señora de Aguascalientes», todos ellos acompañados por cánticos y alabanzas por parte de la juventud.
MENSAJE DEL OBISPO Y PROCLAMACIÓN DEL DOGMA
Al llegar el carro triunfal, el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, desde el templete principal y acompañado por las autoridades estatales, dirigió un mensaje al pueblo, recordando cómo fue proclamado el dogma de fe:

“La Inmaculada gran Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
«Con esas palabras, el Papa Pío XII declaró solemnemente, en 1950, el dogma de la Asunción de la Virgen María a los Cielos. Cinco años más tarde, en 1955, la Diócesis de Aguascalientes adoptó esta celebración con el primer quincenario mariano, culminando con una Romería en honor a Nuestra Señora de Aguascalientes. Desde entonces, cada 15 de agosto, el pueblo celebra con flores, cánticos, danzas de matlachines y peregrinaciones esta fiesta de fe».
El Obispo señaló que los fieles, como “peregrinos de esperanza”, han ofrecido durante este quincenario una “sinfonía espiritual” a la Virgen María, confiando en recibir consuelo, perdón y fortaleza de la Madre Celestial, “que a nadie abandona”.
CIERRE LLENO DE EMOCIÓN
La imagen de la Virgen fue recibida entre aplausos y oraciones, muchos con lágrimas en los ojos, marcó el cierre de la Romería. Minutos después, el cielo se iluminó con un espectáculo de drones y fuegos pirotécnicos para culminar la celebración mariana más importante del Estado.

