Horas de tensión y pánico se vivieron la mañana de ayer al interior y exterior del CERESO Aguascalientes tras una reyerta entre grupos antagónicos que hizo que de inmediato circulara la versión de un motín carcelario que fue abortado por la rápida intervención de las policías penitenciaria y estatal; familiares de internos se vieron obligados a bloquear de manera momentanea la carretera para exigir información real de la situación, levantando el movimiento al ofrecerles reporte personalizado de los reos.
Las alarmas se encendieron luego que minutos antes de las 11 de la mañana tuvo lugar un a riña entre dos reos que incitó a que otras personas se involucraran y se formara una batalla campal que obligó a los elementos de seguridad a intervenir a la brevedad, mientras se reportaba el hecho, se pedían refuerzos y se evacuaba al personal de las áreas administrativas.
Al exterior del penal se manejaron una serie de versiones, muchas de ellas encontradas entre sí, pues está la de las autoridades que se limitaron a declarar que no hubo nada y hasta las de familiares que denunciaron que el problema se suscitó por el hartazgo de quienes supuestamente controlan a la poblaclón penitensiaria mediante el cobro de derecho de piso y otra serie de abusos.
“Lo que pasa es que nuestros familiares internos y nosotros ya estamos hartos de la presión que se ejerce para tener el control del penal, pues semana a semana hay que pagar por todo o de lo contrario vienen las amenazas y los castigos de todo tipo contra quienes no hacen los pagos que van desde los 500 y hasta los 2 mil pesos a la semana”, manifestaron personas que aguardabn en la puerta principal y en las inmediaciones del centro penitenciario con la intención de ser informadas de la situación.
MOTIN FALLIDO
De a cuerdo a las versiones recabadas entre internos, familiares y autoridades, se encendieron las alarmas ante un intento de motín carcelario que iniciaría en el área del comedor con una pelea entre dos internos, pasando luego a una reyerta campal entre integrantes de supuestos grupos antagónicos, obligando a activar todos los protocolos para hacerle frente a la contingencia que derivó en una intensa movilización policiaca que hizo que brotara el pánico entre los familiares de las personas privadas de la libertad.
Lo que para las autoridades de seguridad se trató de una “pequeña confronta entre dos internos por una desaveniencia,”, para familiares de los reclusos fue un motín fallido motivado por los malos tratos y el supuesto autogobierno que ejercen algunos grupos al interior del centro penitenciario.
“Las autoridades tratan de ocultar la realidad de lo que sucede en el penal a causa de los abusos contra los internos, por lo que ahora se empezaron a cobrar facturas para poner fin a las extorsiones, cobro de piso y las vejaciones contra quienes no cumplen ordenes”, expusieron familiares de personas privadas de la libertad que exigían información oficial de lo ocurrido en el centro penitenciario.
VERSIONES ENCONTRADAS
Aunque una privaba una tensa calma hora después de la supuesta pelea registrada entre dos reos, en el acceso principal del penal ubicado a la salida a Calvillo todavía se observaba la entrada y salida de patrullas de la policía penitenciaria, estatal y de la misma Guardia Nacional, lo que no cesaba erala angustia, el temor y las versiones de todo tipo que se manejaban entre las personas que aguardaban un reporte claro por parte de las autoridades del penal.
El pánico y la incertidumbre hizo que entre los familiares de las personas privadas de la libertad se manejara la versión del motín abortado por los custodios y policías, así como la presunta agresión contra los iniciadores del problema y los participantes en la reyerta.
La falta de información oficial obligó a los familiares de los internos a bloquear la carretera en espera de una respuesta de las autoridades carcelarias, afectando la circulación vehícular.
De la misma manera se manejó entre los familiares la versión del supuesto ahorcamiento de algunos presos a causa de la problemática, aunque la misma fue desmentida por las autoridades de seguridad que manifestaron que no hubo mayores consecuencias.

