Tras sostener que la pandemia de Covid-19 también disparó de manera alarmante los trastornos mentales entre la población, el doctor Héctor Grijalva Tamayo advirtió que lo más preocupante resulta ser el hecho de que las instituciones públicas carecen de especialistas para atender y dar salida a los problemas de depresión, trastornos de personalidad, esquizofrenia y otros, por lo que existe el riesgo de que siga creciendo la ola de suicidios en Aguascalientes.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemoró ayer domingo, el especialista señaló que ante la alta incidencia de los problemas psicóticos es urgente que a nivel estatal y en las instituciones federales del sector se realice una reestructuración de los programas enfocados a atender y dar seguimiento a esas patologías.
Precisó que para nadie es desconocido, y menos para las autoridades de salud, que la pandemia ocasionó severos daños a la salud mental de los niños y los jóvenes, pues por un periodo prolongado se vieron obligados a permanecer confinados en sus domicilios, sin convivir con sus amigos, sin realizar actividades al aire libre y centrados en una pantalla para continuar sus clases o bien, acentuando su adicción a los videojuegos.
Empero, aseveró el doctor Grijalva, “la pandemia no sólo afectó la salud mental de los niños y los adolescentes, sino que los adultos sufrieron un drástico cambio de vida a causa del encierro en la casa, además de las pérdidas de empleo, las quiebras de los negocios y la violencia intrafamiliar que se desató como resultado de la obligada convivencia entre cuatro paredes a las que la gran mayoría de las personas no estaban acostumbradas”.
Precisó que, según las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud, el 1% de la población general puede tener un cuadro psicótico, referido este a enfermedades muy serias como la esquizofrenia, la depresión mayor y los trastornos de la personalidad, que ameritan tratamiento psiquiátrico, medicación e incluso hospitalización en algunos casos.
El problema se agudiza porque está claro que el 99% restante de la población no está exento como tal de padecer en algún momento de su vida de depresión, ansiedad, fobias y otro tipo trastornos o comportamientos de riesgo, por lo que se hace necesario que el ISSEA, el IMSS, el ISSSTE y las demás instituciones públicas del sector volteen la vista, refuercen sus servicios y atiendan ese tipo de problemas que hoy en día se han vuelto comunes.